Calla, Sátur, es Yasuaki Maejima, arreglista.
Bueno, una explicación rápida y simplificada. Normalmente el compositor escribe su canción a partir de un instrumento. Agarra su piano o su guitarra y a partir de ahí saca la melodía base y algunas florituras. Principalmente la melodía normal y la del estribillo. Imagínense a un compositor tan ocupado como Tsunku, que no sólo componía, sino que producía y supervisaba un montón de cosas como las coreografías, los vestuarios, los conciertos, etc. Pues en vez de estar pasando su creación de lo escrito para piano a la variedad de instrumentos y voces necesarias, contrataba a un arreglista, un músico con muchos conocimientos que añadía lo necesario.
Claro que no es fácil. Normalmente le llega un pentagrama con unas líneas y, si acaso, indicaciones pergeñadas en los márgenes tales como "cascabeles, que suene a Navidad". Entonces el arreglista estudia la música y la letra y decide qué instrumentos son los mejores, matiza las inflexiones de la música, pone los cascabeles en el mejor momento y, en general, entrega un producto acabado y listo para que el compositor le dé el visto bueno. El compositor entonces da los últimos toques para asegurarse de que lo que va a sonar es lo que él quería y ¡a ensayar!
Vemos que es importante tener un buen arreglista para conseguir un buen resultado. Los arreglistas buenos hacen maravillas y siempre aportan buenas ideas que mejoran la canción. De hecho, la mayoría de los arreglistas son compositores también con muchos recursos.
Mi intención es abrir una nueva serie de entradas hablando de los arreglistas (y también de los orquestadores) de nuestros grupos favoritos, a ver si encontramos cosas comunes cuando trabajan para varios clientes distintos.
Por cierto, un orquestador es parecido a un arreglista, excepto que toma una obra original y la adapta para otro instrumento o grupo de instrumentos. Por ejemplo, escuchemos la Danza Húngara nº 1 de Brahms en todo su esplendor para una orquesta de muchos instrumentos.
Pues todo ésto hubo un orquestador que lo resumió para un sólo instrumento: El cencerro... No, perdón, para el piano. No hay pianos en el original, así que un divo del instrumento como es Yevgeny Kissin no se iba a quedar sin tocar algo tan bueno.
No se quejarán que no les traigo buena música, pero como estamos en un blog sobre nuestras japonesitas, les pondré un tema arreglado por Yasuaki Maejima, que nos ha prestado su imagen como arreglista. Samishii Hi, de Morning Musume. Incluso un tema aparentemente tan sencillo necesitó un arreglista.
¿Les parec un tema interesante para una serie?
Pues en verdad sí me gustaría una serie de esto, ya que es un terreno desconocido para mí. Estará bien dar a conocer arreglistas y ejemplos de canciones que probablemente yo adore y que gracias a ti sabré por quién han sido "trasteadas" jaja. Un gran abrazo!!
ResponderEliminarLa verdad es que cada vez que hablo de las canciones encuentro el nombre de algún arreglista (bueno, a veces es el mismo compositor, pero cuando es el caso lo citan también como arreglista) y me pareció curioso. Me suena que es como el caso de los editores de libros, que tienen que meter mano al original para ajustarlo a las normas editoriales y, en algunos casos, realmente "arreglar" algo un poco deslavazado.
EliminarMi curiosidad es ver si las canciones que arreglan tienen cosas comunes. Me parece que no tengo bastantes conocimientos técnicos de música, pero de alguna manera deben dejar su impronta en las canciones que "trastean" (me gustó cómo usas esa palabra jijiji). Y, en el peor de los casos si no encuentro esa huella, al menos intentaremos dar a conocer un poco a esas personas.
Un abrazote, Carolina, y gracias por seguir al pie del cañón aunque no pueda ofrecer mucho ultimamente :)